Atracciones turísticas corporativas

Una de las características fundamentales de nuestra sociedad es la sobre-información y sobre-comunicación existente. En este nuevo entorno resulta cada vez más difícil transmitir determinados mensajes al público final y, sobre todo, es muy costoso establecer una relación duradera con el cliente final. En los últimos años, en diversos países avanzados como EEUU, Gran Bretaña, Irlanda, Alemania y Francia., se ha constatado un considerable aumento en la creación de avanzadas Atracciones Corporativas, como palancas de marketing que deben facilitar la consecución de un posicionamiento competitivo en la mente del consumidor potencial. Debido a su particular conceptualización entre la industria y el turismo, en EEUU reciben también la designación de “Industry Visitor Attraction”.

Múltiples objetivos han llevado a las empresas a la creación de una Atracción Corporativa. Principalmente, son objetivos en los ámbitos del marketing, socio-culturales o y/o económicos.

Es conveniente recalcar que las diferencias que presentan los distintos centros en la actualidad, ponen de manifiesto que no todos ellos otorgan la misma importancia a la consecución de un determinado objetivo.

OBJETIVOS DE LAS ATRACCIONES TURÍSTICAS
MARKETING
SOCIO-CULTURALES
ECONÓMICOS

· Fidelizar a la gente con la marca.

  · Mejora del rendimiento
y productividad empresarial.

De la visita a una fábrica al brand village

Las atracciones corporativas han evolucionado a lo largo del tiempo. El origen de las atracciones corporativas lo encontramos en el turismo industrial tradicional, que ya hace décadas que existe. Consiste principalmente en la visita a una fábrica y, en ocasiones, se complementa con una tienda en la que se venden productos con mayores márgenes, con un pequeño museo o con alguna pequeña atracción. La principal finalidad de esta práctica es dar a conocer las distintas fases del proceso de producción y realizar, consecuentemente, un marketing enfocado esencialmente al producto.

Las experiencias y el branding. En la mayor parte de los mercados desarrollados, el marketing tradicional, debido a la sobre-información que sufre el cliente potencial, pierde fuerza y las empresas están buscando conceptos cada vez más novedosos y diferenciadores para conseguir un posicionamiento más competitivo. Recientes investigaciones demuestran que, en este contexto, los elementos intangibles de una marca tienen cada vez mayor relevancia frente a los elementos tangibles. Como elementos intangibles, se pueden resaltar los valores y experiencias relacionadas con el disfrute y consumo del producto (tangible) de una marca. En los últimos años algunas compañías han invertido en el desarrollo de experiencias enfocadas al mundo de la marca, es lo que se conoce como “brand experience”. Tiene la finalidad de transmitir los valores, la filosofía y otros aspectos relacionados con la imagen de la marca a través de un entorno caracterizado por la presencia de colores, formas, sonidos, sensaciones etc.. La finalidad es que el consumidor se sumerja en este entorno en el que todo refleja y refuerza la marca para que no sólo la consuma, sino que se introduzca en su mundo y la “viva”. Un claro ejemplo de la aplicación del concepto de “brand experience” son las “Brand Attractions” “Corporate Brand Lands”, o “Atracciones Corporativas” que han modificado notablemente la escena de las atracciones corporativas, y constituyen una clara muestra de la evolución hacia un marketing fundamentado en los valores y las experiencias relacionadas con una marca. A continuación se detallan las distintas tipologías de brand attractions.

Brandparks

La gran mayoría de los brandparks presentan ciertas similitudes en cuanto a sus instalaciones como la avanzada tecnología utilizada, la arquitectura vanguardista de los edificios y el carácter interactivo de la mayor parte de sus atracciones, diseñadas para estimular la participación del visitante. Mediante la utilización de moderna tecnología, especialmente en imagen y sonido, el público vive experiencias en las que los sentidos juegan un papel de gran importancia. La temática tratada comúnmente en las exposiciones es la siguiente: historia de la marca y el producto, explicación del método de producción, exposición de los distintos productos de la compañía y su presencia en el extranjero, exposición de la publicidad de la marca y exhibición donde se muestran los valores de la compañía, p.ej. el compromiso por las personas o el medio ambiente. Además de tiendas donde adquirir productos y merchandising de la marca, estos centros también disponen de restaurantes, cafeterías o bares. En algunos casos, están dotados de infraestructura para acoger las funciones de centro social y de comunicación de la compañía, donde se celebran reuniones de empresa, ruedas de prensa, presentaciones de productos u otros actos de carácter empresarial. En los últimos años, diversas compañías de gran renombre a nivel mundial se han implicado en la creación de brandparks, al ver una inmejorable oportunidad de diferenciarse y posicionarse competitivamente. Recientemente, la demanda de estas atracciones turísticas ha incrementado considerablemente, existiendo parques que reciben más de un millón de visitas anuales.

Brand-destination

Se ha observado que algunos de estos centros han crecido y evolucionado ampliando su oferta mediante la creación de infraestructura hotelera, oferta de restauración, oferta deportiva, etc. , dando lugar a un nuevo fenómeno conocido como “brand-destination”. Es un destino ocio-educativo para visitantes y turistas similar a un brandpark, pero con la particularidad que su objetivo es atraer a visitantes e introducirlos en el mundo de su producto y su marca a través de una experiencia que dura más de un día. Un ejemplo es LEGOLAND Billund (Dinamarca), aunque en este caso las atracciones son más propias de un parque temático.

Brand village

Otra tipología de destino turístico a mayor escala y que también tiene sus orígenes en el “branding” es el “brand village”, que son pueblos en los que todo orbita alrededor de una marca. El elevado coste que suponen estos proyectos es la causa de que, por el momento, su presencia sea escasa. Dos ejemplos de este tipo de destino turístico son Hershey City (EE.UU.), y Volkswagen Autostadt (Alemania).

Hasta el momento sólo se ha distinguido entre los diferentes tipos de atracciones corporativas en función de sus instalaciones y el concepto y estructura de la visita. No obstante, resulta igualmente pertinente clasificarlos en función de otros dos patrones

El modelo “compañía-marca” vs. el modelo “agrupación-producto”

La mayor parte de los centros de visitantes han sido creados por una sola compañía y en ellos se pretende transmitir la misión y los valores de la marca. Sin embargo, en la actualidad está proliferando la construcción de centros de visitantes por parte de agrupaciones de diversos productores, como asociaciones, federaciones o gremios. En este caso el objetivo es el de promocionar un producto industrial y no una marca en concreto. Un claro ejemplo lo encontramos en Escocia, donde un cierto número de destilerías de whisky se ha aliado para promover los llamados “whisky trails”, recorridos por diversas destilerías. En la localidad de Stoke-on-Trent (Inglaterra), conocida por la industria cerámica, diversas compañías se asociaron para crear un centro de heritage común, para complementar los factory tours que ya ofrecían. Otro ejemplo en Barcelona es el del Museu de la Xocolata, en el que colaboran las principales chocolateras de la zona.

Un único emplazamiento vs. presencia global

Las atracciones corporativas también se pueden clasificar en función de la implantación geográfica. La mayoría de centros de visitantes se sitúan en un solo lugar, generalmente en la ciudad sede de la marca. Los visitantes proceden principalmente de las regiones próximas. En caso de ubicarse en un emplazamiento de cierto reclamo turístico, gentes de otros lugares que se encuentran de visita pueden representar un porcentaje sobre las visitas a tener en cuenta. Existen centros que constituyen por ellos mismos un destino turístico, es el caso de LEGOLAND, Hershey o Autostadt. Por otro lado algunas compañías disponen de centros en diversos emplazamientos obedeciendo a la estrategia consistente en establecer una red, a escala nacional o internacional, de centros de visitantes. El objetivo primordial es introducirse en nuevos mercados y causar impacto en un mayor número de personas. La política de Volkswagen se ciñe a esta línea de acción. Además de Autostadt, que se erige como la piedra angular de su estrategia de branding, dispone también de otros centros de visitantes en diversos lugares. Algo parecido sucede con Audi, que ha creado “Audi Forum” en siete importantes ciudades de todo el mundo y otro, que destaca por su magnitud, en Ingolstadt, sede de la marca. Asimismo, “World of Coca-Cola” no sólo está presente en Atlanta sino que se puede encontrar en Las Vegas y en Tokio, aunque en menor tamaño. Por otro lado cabe resaltar la evolución de los parques “LEGOLAND”, todos presentan características comunes. El primero fue inaugurado en Dinamarca y, tras su éxito, se han abierto tres más en Alemania, Estados Unidos e Inglaterra. Otro caso que responde al modelo de expansión geográfica es el de la perfumería Fragonard, que posee instalaciones abiertas a los visitantes en dos localidades de la Costa Azul y dos museos en París, una de las ciudades más visitadas del mundo.

Dinamismo y participación

Se ha reparado en la notable importancia concedida por algunas atracciones corporativas a la organización periódica de eventos, entendiendo que el concepto de “evento” abarca un amplio y variado abanico de actividades como exposiciones, celebraciones en fechas señaladas (Carnaval, San Valentín, Halloween...), competiciones deportivas, conciertos, etc. . Pese a que la temática no tiene por qué guardar relación alguna con el contenido del parque, siempre se trata de establecer un nexo entre los eventos y los valores de la compañía.

Por medio de la organización de este tipo de actos se dota al complejo de un aspecto cambiante y dinámico sin limitarse a la zona dedicada a la marca, a la vez que se intenta que los visitantes acudan al centro en más de una ocasión. Del mismo modo, se perfila como un instrumento para promover iniciativas que muestren las inquietudes de la compañía en campos tan diversos como las artes, el medio ambiente o la ciencia. Otro objetivo perseguido es la integración y participación en la vida social y cultural de la ciudad o región en la que se ubica, ofreciendo actividades de interés para sus habitantes. En este sentido, hay que apuntar la intención de algunos centros en estar presentes en la vida nocturna, fehaciente muestra de compromiso social con los residentes. De entre estos casos destacan por sus logros la discoteca Mondo de Autostadt y los bares de Guinness Storehouse.

El caso AUTOSTADT

El grupo Volkswagen ha construido en la ciudad alemana de Wolfsburg un gran “brand village”, que fue inaugurado en el año 2.000. La temática se centra en el mundo del automóvil en general, aunque se enfoca en gran medida desde la óptica del grupo alemán y sus productos. El complejo abarca una extensión de 25 hectáreas, dispone de 1000 trabajadores y la inversión realizada es de 850 millones de marcos alemanes (aproximadamente 425 millones de euros). El centro está estructurado en pabellones en los que se ubican las exposiciones. El Zeithaus explica la historia del automóvil, el KonzernForum presenta al grupo y otros siete pabellones están dedicados a cada una de las marcas del grupo. Se ha construido un gran centro de entrega de nuevos vehículos a los clientes, el KundenCenter. Autostadt dispone de diversas plazas y zonas verdes donde se organizan eventos y actividades al aire libre, además de un hotel de la cadena Ritz-Carlton. La arquitectura vanguardista y los modernos sistemas tecnológicos empleados tratan de convertir Autostadt en la capital del automóvil.